El panorama de ciberseguridad para 2025 presenta un escenario de transformación radical donde ocho tendencias críticas están redefiniendo la protección de bases de datos globales. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático lideran la revolución con análisis predictivos que detectan anomalías antes de que ocurran, mientras que el modelo Zero Trust se consolida como estrategia fundamental con verificación continua y principio de mínimo privilegio. Las amenazas emergentes incluyen el ransomware como servicio (RaaS), que democratiza el cibercrimen permitiendo ataques devastadores incluso a atacantes novatos, y las vulnerabilidades del IoT que conecta miles de millones de dispositivos sin medidas básicas de seguridad. Con el mercado global proyectado en $345 mil millones para 2026 y un crecimiento anual del 12.5%, las organizaciones deben adoptar arquitecturas multicapa que incluyan cifrado avanzado, autenticación biométrica y criptografía post-cuántica para resistir la futura computación cuántica.